Mecha Ortiz: Icono del Cine “La Greta Garbo, argentina”
Nació 24 de septiembre de 1900-Buenos Aires (Argentina)
Mecha Ortiz, cuyo nombre real era María Mercedes Varela Nimo Domínguez Castro, es recordada como una de las figuras más influyentes de la época dorada del cine y el teatro argentino.
Nacida el 24 de septiembre de 1900 en Buenos Aires, Argentina, su legado es un testimonio de su talento y dedicación a las artes escénicas. Fue una figura icónica en el cine argentino y un objeto de veneración en la comunidad gay.
Inicios y Trayectoria Artística
Manifestó un profundo interés en el teatro. Inició su carrera junto a Enrique de Rosas y luego colaboró con Florencio Parravicini. Su debut en el teatro tuvo lugar en 1929, y su consagración teatral llegó en la temporada de 1938 con la obra «Mujeres» de Claire Booth, en el Teatro Smart.
Éxito en el Cine
Su versatilidad, su compromiso y su dedicación la convirtieron en una figura icónica en el cine argentino y un objeto de veneración en la comunidad gay. Su carrera cinematográfica comenzó a los 36 años en 1936, lo que añadió misterio a su figura. Se rumoraba que su entrada al espectáculo se debió a un accidente que dejó parapléjico a su esposo, quien tenía conexiones con la oligarquía terrateniente y era familiar del presidente Roberto M. Ortiz.
Sin embargo, el misterio no se limitaba a su vida personal; estaba profundamente arraigado en su presencia en pantalla. Mecha Ortiz era conocida por su estatura, delgadez extrema y una voz grave que la hacía inolvidable. Pero su mirada era su rasgo más distintivo, transmitiendo tristeza, melancolía y pasión contenida. Era una cazadora segura de su oficio, con una mirada que dejaba una impresión imborrable en quienes la miraban.
Los directores de cine sabían cómo aprovechar este misterio. En muchas de sus películas, Mecha Ortiz tardaba en aparecer, a veces más de diez minutos, lo que aumentaba la expectación y el misterio. Cuando finalmente entraba en escena, la cámara hacía zoom para revelar su rostro denso de vida desdichada y deseos apasionados.
Mecha Ortiz actuó en 37 películas, en su mayoría como protagonista. La primera película de Mecha Ortiz fue «Los muchachos de antes no usaban gomina» (1936), dirigida por Manuel Romero. En esta película, interpretó el papel de la Rubia Mireya, un personaje que se volvería emblemático en su carrera.
Algunas de las más famosas incluyen “Margarita, Armando y su padre” con Florencio Parravicini y “Joven, viuda y estanciera”. En 1943 Lumiton produjo, con dirección de Carlos Hugo Christensen, “Safo, historia de una pasión” adaptada de Alphonse Daudet con Roberto Escalada, película fue un hito en la carrera de Mecha Ortiz y en la historia del cine argentino, ya que marcó un enfoque más erótico en el cine nacional. Y “El canto del cisne”, del mismo director, otra película destacada donde demostró su versatilidad actoral. Por las que obtuvo el premio Cóndor de Plata a la Mejor Actriz, y «Madame Bovary» (1947) una adaptación cinematográfica de la famosa novela de Gustave Flaubert en la que Mecha Ortiz interpretó el papel principal. Su estilo actoral y su aura enigmática la llevaron a ser comparada con Greta Garbo.
Sinopsis de algunas de sus más importantes Films
«Los muchachos de antes no usaban gomina« es una comedia argentina de 1936 dirigida por Manuel Romero. La película muestra la vida de unos jóvenes del barrio de Buenos Aires que se divierten con el fútbol y el amor. Mecha Ortiz interpreta a la Rubia Mireya, una mujer que los enamora a todos y que es el personaje más famoso de la película. La película es un clásico del cine argentino por su retrato de la cultura porteña y por el inicio de una serie de películas de Romero sobre la clase trabajadora.
«Margarita, Armando y su padre« es un clásico del cine argentino de 1939. Mecha Ortiz, Florencio Parravicini y Amelia Bence protagonizan esta comedia dramática sobre un triángulo amoroso entre una joven, su novio y su padre. La película muestra las complicaciones de la vida familiar y sentimental con humor y sensibilidad. Es una de las obras más destacadas de la época dorada del cine argentino y una joya de la cinematografía nacional.
«Joven, viuda y estanciera» es una comedia musical argentina de 1941, dirigida por Luis Saslavsky. La protagonista es Elena (Mecha Ortiz), una mujer que hereda una estancia tras la muerte de su marido. La película muestra cómo Elena se adapta a su nueva vida en el campo, enfrentando situaciones divertidas y cantando varias canciones. La película es un clásico del cine argentino por su humor y su música, y por el talento de Mecha Ortiz como actriz y cantante.
«Safo, historia de una pasión» es una película argentina que se estrenó en 1943 y es conocida por ser una de las primeras películas eróticas de la cinematografía argentina. La película fue dirigida por Carlos Hugo Christensen y está basada en la novela homónima de Alphonse Daudet. La trama de la película se centra en la historia de Safo (interpretada por Mecha Ortiz), una mujer de la alta sociedad que se casa con un hombre mayor y acaudalado llamado Escalante (interpretado por Roberto Escalada). Sin embargo, Safo se siente insatisfecha en su matrimonio y comienza una relación apasionada con un joven y atractivo violinista llamado Pedro (interpretado por Rafael Frontaura). La película explora temas de pasión, deseo y adulterio en un contexto de la alta sociedad argentina.
«El canto del cisne» es una adaptación cinematográfica de la obra de Chekhov «El Cisne», dirigida por Carlos Hugo Christensen en 1945. La película narra la vida de una familia aristocrática en crisis, con el pintor Svetlovidoff (Pedro López Lagar) como personaje principal. Svetlovidoff ha perdido su creatividad y vive un matrimonio infeliz con Natasha (Mecha Ortiz), una mujer que sufre de melancolía e insatisfacción. La película muestra las tensiones y los secretos que se esconden entre los miembros de la familia y sus invitados, en la mansión donde se desarrolla la acción.
La película se caracteriza por su énfasis en el aspecto psicológico y emocional de los personajes, así como por su diálogo profundo y reflexivo, inspirado en la obra de Chekhov. Fue muy bien recibida por la crítica, especialmente por las actuaciones de su elenco, destacando la de Mecha Ortiz, que logró expresar la complejidad de su personaje.
«El canto del cisne» es una película que se basa en un clásico teatral y que explora los conflictos internos y familiares de sus personajes, con un enfoque psicológico y unas actuaciones memorables.
«Las tres ratas« es un filme argentino de 1946 dirigido por Carlos Hugo Christensen. Narra la historia de tres amigas que viven juntas en un departamento de Buenos Aires y que enfrentan distintos desafíos por sus orígenes sociales y sus personalidades. Mecha Ortiz, Amelia Bence y María Duval son las protagonistas de esta película, que muestra la vida urbana y las diferencias de clase en la Argentina de esa época. Mecha Ortiz destaca por su versatilidad como actriz y por su papel clave en el desarrollo de la trama. «Las tres ratas» es una película apreciada por su elenco talentoso y por su forma de abordar temas como la amistad y la convivencia.
«Madame Bovary» es una película argentina de 1947 dirigida por Carlos Schlieperque narra la historia de Emma Bovary, una mujer casada que busca escapar de su aburrida vida en el campo. Basada en la novela de Gustave Flaubert, la película muestra las aventuras amorosas, los problemas económicos y el desenlace trágico de Emma, interpretada por Mecha Ortiz. La película es fiel a la obra original y refleja el conflicto de Emma entre sus sueños y la realidad. Mecha Ortiz brilla en el papel de Emma Bovary, una mujer que busca la felicidad y se enfrenta a las consecuencias de sus acciones.
Es una adaptación cinematográfica de calidad que retrata la vida de una de las heroínas más famosas de la literatura.
«La Rubia Mireya« es una comedia romántica argentina de 1948, dirigida por Manuel Romero y protagonizada por Mecha Ortiz. La película marca el regreso de Mecha Ortiz al papel de Mireya, una mujer rubia y seductora que había interpretado en su debut cinematográfico, «Los muchachos de antes no usaban gomina» (1936). La trama sigue las peripecias de Mireya, que causa revuelo y enredos amorosos con su presencia. Mecha Ortiz destaca por su actuación carismática y cautivadora como Mireya, y la película es un hito en su carrera y en el cine argentino de la época.
«Boquitas pintadas» (1974) es una película que se basa en la novela de Manuel Puig. La película muestra las vidas de varias mujeres en un pueblo argentino en los años 30. Mecha Ortiz hace el papel de Nené, una de las protagonistas.
La película tiene un estilo visual y una narrativa que la hacen diferente. Usa el blanco y negro para crear un ambiente nostálgico. También usa elementos de melodrama y musical. La actuación de Mecha Ortiz es muy buena y expresa los sentimientos de Nené. La película es una buena adaptación de la novela y trata temas de amor, desamor y tragedia.
«Los muchachos de antes no usaban arsénico» es una comedia negra argentina de 1976, dirigida por José Martínez Suárez. La película narra las peripecias de una familia rica y excéntrica que vive en una mansión rural.
Mecha Ortiz interpreta a la madre de la familia, que tiene un pasado oscuro y misterioso. La película combina humor e intriga, y critica la hipocresía de la alta sociedad argentina. Es una obra clásica del cine argentino, que destaca por su ingenio y su suspenso.
«Piedra libre» es una película argentina de 1976 dirigida por Leopoldo Torre Nilsson. La película narra la historia de un grupo de amigos que se enfrentan a sus conflictos personales durante un fin de semana en una casa de campo. Mecha Ortiz, una de las grandes actrices del cine argentino, interpreta uno de los papeles principales y demuestra su talento en un drama psicológico que explora las emociones humanas. La película es reconocida por su calidad artística y su profundidad en el análisis de los personajes.
Compromiso Político y Vida Personal
Además de su carrera artística, un rumor persistente la vinculaba en la política en la década de 1930 aportando dinero en la Campañas Financieras del Partido Comunista. Imaginemos la escena como si fuera cuidadosamente montada por un escenógrafo. Era octubre de 1987, y el Teatro Nacional Cervantes servía como escenario para el velatorio de Mecha Ortiz, la legendaria actriz argentina. En medio de la atmósfera de despedida, un distinguido caballero de cabello canoso y barba blanca se acercó al ataúd de Mecha. En sus manos sostenía un delicado ramo de rosas rojas.
Este gesto no pasó desapercibido, ya que revivió un antiguo rumor que rodeaba a Mecha Ortiz. Se decía que, desde los años treinta, ella había estado involucrada en las campañas financieras del Partido Comunista de Argentina. Sin embargo, este supuesto compromiso político nunca fue confirmado públicamente, lo que solo agregaba más misterio a la figura ya enigmática de Mecha Ortiz.
La escena en el teatro, con el hombre de barba blanca depositando las rosas rojas sobre el ataúd, parecía un último acto de reconocimiento y gratitud hacia la actriz. Sin embargo, la verdad detrás de esa ofrenda floral y su posible conexión con el Partido Comunista quedó sepultada junto con Mecha Ortiz, dejando un enigma sin resolver en la historia de esta legendaria artista argentina.
Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por desafíos, incluyendo problemas de salud y soledad, que afectaron emocionalmente a la actriz. A pesar de estos obstáculos, nunca abandonó su pasión por el arte y continuó trabajando incansablemente hasta el final de sus días.
Su amigabilidad hacia la comunidad gay era evidente, y Mecha era mencionada en obras literarias, como las de Manuel Puig, y formaba parte de la imaginación de muchos. Se la consideraba una diva, y su presencia en el cine argentino dejó una marca indeleble. A pesar de estar menos presente en la cultura contemporánea.
Legado Duradero
Además de su exitosa carrera cinematográfica, Mecha Ortiz se destacó en el teatro, participando en obras de renombrados autores como Sam Benelli, Tennessee Williams, y Jean Anouilh. Actuó en piezas como «Un tranvía llamado Deseo», «La cama», y «El caballo desmayado». También incursionó en la televisión en programas como «Rolando Rivas, taxista» y «Navidad en el año 2000».
En televisión, trabajó en recordados programas, como “Matrimonios y algo más”, en el que alcanzó una enorme popularidad su personaje “La Vieja Loló”, “Alta Comedia”, “Los Libonatti”, “Manuela”, “Poliladron”, “Buenos vecinos”, “Porcelandia”, “Viernes de Pacheco”, “Mujeres en presidio”, “Teatro como en el teatro”, entre otros.
En resumen, fue una actriz versátil y talentosa que dejó su marca en el cine argentino a lo largo de las décadas. Su contribución al mundo del cine y el teatro es un testimonio de su destreza y pasión por las artes escénicas.
Es difícil determinar cuál es la película menos reconocida, más importante o menos importante de, ya que su carrera fue muy extensa y variada.
Mecha Ortiz fue una actriz argentina que marcó la historia del cine nacional. Su capacidad para interpretar diferentes tipos de personajes, desde el drama hasta la comedia, la convirtió en una artista única. Con sus interpretaciones, ella infundió una riqueza inigualable al cine argentino, y su legado perdura, continuando vivo y vibrante.
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