«ᴾᵒʳ ˢᵘᵉʳᵗᵉ ⁿᵒˢ Qᵘᵉᵈᵒ ˢᵘ ᵒᵇʳᵃ» Manuel Antín

Manuel Antín

27 de febrero de 1926 – 5 de septiembre de 2024

Visionario del cine, poeta de la imagen, maestro de las letras. Antín, cuyas raíces se hundieron en Las Palmas (Chaco), elevó su arte hasta las cumbres de la cinematografía argentina. Con una filmografía que abrazó la literatura, dejó en cada fotograma la huella indeleble de su estilo introspectivo y poético. Su legado, más allá de las cámaras y los escenarios, perdura en las mentes y corazones de las generaciones que formó y en las historias que revivió, inspirando eternamente la búsqueda de la belleza y la verdad a través del arte.

El Renacer del Cine Argentino

Más allá de su prolífica carrera como director de cine, Manuel Antín desempeñó un papel clave en la historia del cine argentino moderno. En 1983, al asumir Raúl Alfonsín la presidencia, fue designado al frente del entonces Instituto Nacional de Cine (hoy INCAA). En un acto decisivo, eliminó el Ente de Calificación Cinematográfica, el cual, durante el gobierno de Isabel Perón y la dictadura militar, se encargaba de censurar y prohibir películas. En su lugar, impulsó la creación de la CAEC (Comisión Asesora de Exhibición Cinematográfica), organismo que hasta hoy se limita a clasificar las películas sin imponer restricciones.

No obstante, su visión fue más allá de una simple reestructuración burocrática. Como gestor cultural, fue uno de los artífices del renacimiento del cine argentino. Desde el INCAA, promovió políticas que no solo incentivaron la producción nacional, sino que también dieron apoyo a una nueva generación de cineastas, sentando las bases para lo que sería una nueva era dorada del cine en Argentina.

Enfatizando la innovación y la diversidad

En 1991, con una visión vanguardista, fundó la Universidad del Cine (FUC), una institución pionera en la formación cinematográfica en Argentina y América Latina. Bajo su rectorado, la FUC se convirtió en un semillero de talentos, fomentando una educación integral que abarcaba desde la dirección y guion hasta la producción y la crítica cinematográfica. La universidad se destacó por su enfoque innovador, promoviendo la experimentación y la diversidad de lenguajes audiovisuales, y se consolidó como un referente en la región.

Manuel Antín falleció el 5 de septiembre de 2024, dejando un legado inmenso que sigue inspirando a cineastas y amantes del cine en todo el mundo. Su estilo único, que fusionó el lenguaje visual con la profundidad literaria, y su compromiso con la cultura cinematográfica argentina, lo han convertido en una figura inolvidable del cine latinoamericano.

«Más allá de su faceta como cineasta, Antín fue un incansable gestor cultural que dejó una huella imborrable en el cine argentino. Su visión y su compromiso con el cine como herramienta de transformación social se materializaron en la creación de la FUC, una institución que sigue formando nuevos talentos y contribuyendo al desarrollo del cine nacional. Antín fue un arquitecto de sueños, un hombre que supo construir un legado duradero en el cine argentino.»

El Visionario de la Literatura en Celuloide

Más que un cineasta, fue un artesano de la imagen, un narrador visual que transformó las páginas de la literatura en cuadros vivos llenos de poesía.

Desde sus inicios, demostró un talento innato para contar historias. Sus estudios en Buenos Aires y su carrera como docente forjaron una pasión por las letras que sería crucial en su futuro.

Antes de alcanzar el reconocimiento, tras graduarse en el prestigioso Colegio Nacional de Buenos Aires, en 1958 escribió el guion de “Contracampo”, un cortometraje dirigido por Rodolfo Kuhn, con el cual comenzó a establecerse en el  panorama cinematográfico nacional. En los años ’60, fue una figura activa en la renovación del cine argentino, con una visión muy influenciada por la Nouvelle Vague de cineastas como Truffaut, Godard y Resnais. Este espíritu innovador seLos venerables todos (1962) - Filmaffinity plasmó en obras como “Los venerables todos” (1962), donde trabajó con un elenco de renombre que incluía a Lautaro Murúa, Fernanda Mistral, Walter Vidarte y un joven Leonardo Favio.

Una de las facetas más fascinantes de su trayectoria fue su colaboración con el célebre escritor Julio Cortázar. Juntos, lograron llevar la literatura al lenguaje visual, adaptando dos cuentos de Cortázar al cine. “Cartas de Mamá” fue el punto de partida, transformándose en su primer largometraje bajo el título “La cifra impar” (1962), una obra que inauguró una nueva relación entre la narrativa escrita y el cine argentino. Esta colaboración continuó con “Circe” (1964), película que reafirmó la capacidad para convertir los textos literarios en potentes relatos audiovisuales. Aunque comenzó su trayectoria como guionista, fue en la adaptación de cuentosLa cifra impar (1962) - Filmaffinity Circe (1964) - Filmaffinityde Cortázar donde encontró una de sus mayores satisfacciones. “Lacifra impar” contó con la participación de Lautaro Murúa y María Rosa Gallo, dos de los actores más reconocidos de la época, mientras que en “Circe” brillaron Graciela Borges, Alberto Argibay y Walter Vidarte, bajo un guion coescrito entre Antín y el propio Cortázar. Esta etapa de su filmografía dejó una huella profunda en el cine argentino, combinando la sofisticación literaria con una mirada visual única.

Pero fue con “Don Segundo Sombra” (1969) que conquistó los corazones y las mentes, no solo de los argentinos, sino del mundo entero. Su adaptación de la novela de Ricardo Güiraldes no solo fue fiel al texto original, sino que también fue una oda a la vida rural argentina, una recreación magistral que lo posicionó como uno de los cineastas más importantes de su tiempo.

Esta película es un hito en la cinematografía argentina, no solo por su fidelidad al texto original y su evocadora recreación de la vida rural argentina, sino también por su impacto en la representación de la identidad nacional. “Don Segundo Sombra” es una obra maestra que trasciende lo meramente cinematográfico, convirtiéndose en un referente cultural y un emblema de la Argentina campestre.

«La obra de Manuel Carlos Antín nos invita a reflexionar sobre la importancia del cine como medio de expresión y como herramienta para comprender nuestra identidad y nuestra historia. Su legado nos desafía a seguir explorando nuevas formas de narrar y a continuar construyendo un cine que sea cada vez más diverso, inclusivo y comprometido con la sociedad.»

Su filmografía

Drigió un total de 11 largometrajes de ficción entre 1960 y 1982, marcando un estilo muy personal dentro del cine argentino, conocido por su enfoque introspectivo y su tratamiento poético de las imágenes. Fue un pionero en adaptar cuentos y novelas de la literatura argentina, una decisión que le permitió destacar como un realizador con un enfoque intelectual y artístico dentro de la industria.

Aquí tienes la lista completa de sus largometrajes de ficción:

  1. La cifra impar (1962)Castigo al traidor (1966) - Filmaffinity
  2. Los venerables todos (1962)
  3. Circe (1964)
  4. Intimidad de los parques (1965)
  5. Psique y sexo (segmento “La Estrella del desierto”) (1965)
  6. Castigo al traidor (1966)Juan Manuel de Rosas | TV Time
  7. Don Segundo Sombra (1969)
  8. Juan Manuel de Rosas (1972)
  9. La sartén por el mango (1972)
  10. Allá lejos y hace tiempo (1978)
  11. La invitación (1982)

También realizó una serie de documentales para televisión titulada “Los argentinos”, dedicada a personalidades argentinas como Benito Quinquela Martín, Ernesto Sabato, Bernardo Houssay, Amadeo Carrizo y Leopoldo Torre Nilsson.

 “Más allá de las fronteras argentinas, la obra de Manuel Carlos Antín ha dejado una profunda huella en el cine latinoamericano. Su capacidad para capturar la esencia de la identidad nacional y su compromiso con la diversidad cultural lo convirtieron en un referente para cineastas de toda la región. Su legado trasciende las fronteras y sigue inspirando a nuevas generaciones de cineastas a explorar nuevas narrativas y a construir un cine más comprometido con la sociedad.»

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