🌟 R͙e͙c͙o͙r͙d͙a͙m͙o͙s͙ e͙l͙ c͙u͙m͙p͙l͙e͙a͙ño͙s͙ d͙e͙ 🌟 Ana Poliak
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Una voz singular en el cine argentino
Ana Poliak, nacida el 30 de julio de 1962 en Buenos Aires, es una reconocida directora y guionista del cine argentino, famosa por su habilidad para narrar historias en un contexto de adversidad. A lo largo de su carrera, ha dirigido obras significativas como ¡Que vivan los crotos! (1990), La fe del volcán (2002) y Parapalos (2004), las cuales reflejan su compromiso con la realidad social y la memoria histórica de Argentina.
Creció en una época marcada por la dictadura y la crisis económica, circunstancias que moldearon su visión artística. Su primer largometraje, ¡Que vivan los crotos!, es un documental que retrata la vida de José Américo Bepo Ghezzi, un linyera que evoca sus recuerdos y vivencias. Este filme fue aclamado por su representación austera y digna de una realidad a menudo ignorada, siendo exhibido en festivales de cine y en provincias fuera del circuito comercial.
Formada en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), inició su carrera como asistente de dirección, colaborando con cineastas como Jeanine Meerapfel y Fernando Solanas. Aunque no formó parte oficialmente del Nuevo Cine Argentino, su obra se distingue por su diversidad estilística y su capacidad para fusionar la ficción con el documental, como se observa en La fe del volcán y Parapalos.
Su enfoque cinematográfico se caracteriza por una profunda conexión con la experiencia humana y la memoria oral, explorando temas de libertad y la búsqueda de sentido en un mundo complejo.
Ana Poliak sigue siendo una figura influyente en el cine argentino, desafiando las convenciones y abriendo caminos para futuras generaciones de cineastas. Su obra es un testimonio de la resiliencia y la creatividad en tiempos difíciles, y su legado perdura en la historia del cine latinoamericano.
Sus temas y como los trata
Ana Poliak aborda varios temas centrales en sus películas, entre los cuales destacan:
- La memoria y la historia: Sus obras a menudo exploran la memoria histórica, especialmente en el contexto de la dictadura argentina y sus consecuencias. A través de personajes y narrativas que evocan el pasado, Poliak invita a reflexionar sobre la identidad y la experiencia colectiva.
- La vida de los marginados: En películas como ¡Que vivan los crotos!, Poliak se centra en las vidas de personas que viven al margen de la sociedad, como los linyeras. A través de sus historias, se busca dar voz a aquellos que suelen ser ignorados o invisibilizados.
- La búsqueda de libertad: La libertad es un tema recurrente en su obra, donde se explora tanto en un sentido personal como colectivo. Poliak examina cómo los personajes luchan por encontrar su lugar en un mundo que a menudo les resulta hostil.
- La intersección entre ficción y documental: Poliak juega con la frontera entre estos dos géneros, creando
narrativas que combinan elementos de la realidad con la ficción. Esto permite una exploración más profunda de las experiencias humanas y de la complejidad de la vida. - La condición femenina: Aunque no es el único enfoque de su obra, Poliak también aborda la experiencia de ser mujer en un contexto social y cultural que a menudo limita las voces femeninas. Sus personajes femeninos suelen ser complejos y multifacéticos, reflejando las luchas y aspiraciones de las mujeres en la sociedad.
Estos temas se entrelazan en su filmografía, creando un cuerpo de trabajo que invita a la reflexión y al diálogo sobre la condición humana y las realidades sociales.
Su trabajo cinematográfico
Ha dirigido varias películas, algunas de las más destacadas son:
- ¡Que vivan los crotos! (1999): Es una película argentina de drama y comedia que narra la historia de una familia de inmigrantes croatas en Argentina.
- «La fe del volcán» (2002) Producción Argentina filmada en colores dirigida por Ana Poliak sobre su propio guion escrito en colaboración con Willi Behmisch que se estrenó el 31 de octubre de 2002 y que tuvo como actores principales a Mónica Donay y Jorge Prado.
- «Parapalos» (2004) Película coproducción de Bélgica y Argentina filmada en colores dirigida por Ana Poliak
sobre su propio guion escrito en colaboración con Santiago Loza. Fue estrenada en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente en abril de 2004, ocasión en que, a…
También ha dirigido cortometrajes y documentales, y ha trabajado como editora y asistente de dirección en diversas producciones. Como ayudante de dirección participo en La amiga (1989), Debajo del mundo (1987), Sur (1987) y El exilio de Gardel (Tangos) (1985) estas dos dirigidas por Fernando Solanas.
Recibido varios premios y reconocimientos
A lo largo de su carrera en el cine. Algunos de los más destacados incluyen:
- Premios en festivales de cine: Sus películas han sido seleccionadas y premiadas en diversos festivales de cine, tanto en Argentina como en el extranjero. Esto incluye reconocimientos en festivales de cine independiente y documentales.
- Premio a la Mejor Dirección: Por su trabajo en películas como ¡Que vivan los crotos!, ha sido reconocida con premios a la mejor dirección, destacando su habilidad para contar historias de manera innovadora y conmovedora.
- Reconocimientos por su contribución al cine argentino: A lo largo de su carrera, ha sido reconocida por su impacto en el cine argentino, especialmente en la representación de temas sociales y la memoria histórica.
- Premios de la crítica: Críticos de cine han elogiado su trabajo, otorgándole premios y menciones en diversas publicaciones y eventos relacionados con el cine.
- Participación en programas de apoyo a cineastas: Ha sido parte de iniciativas y programas que apoyan a cineastas emergentes, lo que refleja su compromiso con el desarrollo del cine en Argentina
¡Que vivan los crotos!
El Eco de los Crotos: Una Odisea de Libertad y Recuerdos
El 25 de marzo de 1995, llegó a las pantallas una conmovedora coproducción entre Argentina y España, dirigida por Ana Poliak, que se adentra en la vida de aquellos que han elegido el camino de la marginalidad. La película, protagonizada por Oscar Mendy, José Américo Ghezzi y Pedro Moisas, pone en el centro de la narrativa a los «crotos», un grupo de hombres y mujeres que viven al margen de la sociedad,
La historia sigue a José Américo Ghezzi, conocido como Bepo, un picapedrero anarquista que, sin trabajo y en busca de un sentido a su vida, abandona su pueblo en 1930. Su viaje, que se extiende hasta 1955, lo lleva a caminar por un rumbo distinto al de las vías del ferrocarril, integrándose en el silencioso pero profundo mundo de los «crotos». Allí, se encuentra con «el francés», un maestro de vida que deja una huella imborrable en su existencia. Mientras Bepo explora su nuevo entorno, sus amigos y una mujer en su pueblo lo esperan, tejiendo sus propias historias en medio de la incertidumbre.
Seis décadas después, frente a una cámara, los recuerdos de Bepo y sus amigos cobran vida, reviviendo amores perdidos y visiones del mundo en un collage vibrante de memorias y sueños. La película plantea una interrogante fundamental: «¿La libertad es posible?», cuestionando el significado de vivir al margen y lo que realmente implica ser libre en una sociedad que a menudo rech.
José Américo Bepo Ghezzi, quien vivió entre 1912 y 1999, es evocado a través de sus propias vivencias y las de quienes lo rodearon, ofreciendo una mirada íntima y profunda sobre la vida de una línea y su búsqueda de autonomía en un mundo que, a menudo, parece cerrarle las puertas.
La obra de Poliak se convierte así en un homenaje a aquellos que, como Ghezzi, han desafiado las convenciones sociales y han encontrado en la marginalidad una forma de vida auténtica, revelando las complejidades de la libertad y la lucha por la dignidad en un mundo que a menudo los ignora, invitando al espectador a reflexionar sobre su propia percepción de la libertad y el valor de las elecciones personales.
Reparto
Oscar Mendy
Pedro Moisas
Juan Vitali
Señor Pérez
Género Drama
Premios
- Recibió el Primer Premio Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana
- Mención de Honor en el Festival de Troia, Portugal.
Critica
En su análisis de la película «¡Que vivan los crotos!», Guillermo Ravaschino destaca la habilidad de su director, Poliak, para combinar inspiración y maestría cinematográfica. La obra presenta un enfoque significativo en el silencio, comparable al valor de las partituras clásicas, donde cada palabra tiene un peso específico. Las dramatizaciones son breves y despojadas de complejidad narrativa, centrando la atención en las historias de los protagonistas. El concepto de “crotear” se asocia con la búsqueda de libertad, planteando la soledad inherente a esta libertad como un tema central. Finalmente, la película invita a reflexionar sobre la figura del héroe contemporáneo, alejándose de las rutinas sociales en pos de un compromiso genuino con la vida y el sueño personal. – Guillermo Ravaschino en el sitio Cineismo
Austero y digno documental con recreación de escenas y poderosas imágenes, sobre la vida de los linyeras anárquicos de otros tiempos. – Manrupe y Portela
“Parapalos”
Un Viaje Cinematográfico a Través de la Vida y la Solidaridad
Estrenada en abril de 2004 durante el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, se ha convertido en un referente del cine argentino contemporáneo. Dirigida por Ana Poliak, quien coescribió el guion junto a Santiago Loza, esta coproducción entre Bélgica y Argentina no solo recibió la Mención Especial de FIPRESCI, sino que también hizo historia al ser el primer filme argentino en obtener el Premio a la Mejor Película en la competencia internacional. Además, fue galardonada con el Gran Premio a la Mejor Película Extranjera en el Festival de Cine de Turín, compartida con “El sabor del té”.
La trama se centra en Adrián, un joven que llega a Buenos Aires desde una provincia del interior del país, decidido a forjar su propio camino en la vida. Tras mudarse al modesto apartamento de su prima Nancy, encuentra trabajo como “parapalos”, levantando los bolos y devolviendo las bolas en una de las pocas boleras manuales que aún existen en la ciudad. Este entorno se convierte en un microcosmos donde Adrián, impulsado por su curiosidad,
Entre ellos destaca El Turco, un maestro del buen humor que siempre tiene una lección que compartir. Nippur, un personaje que fusiona la esencia del hippy y el heavy metal, aporta una perspectiva llena de sueños y contradicciones. Daniel, con su serena calidez, y Quiroga, un exminero, completan este variopinto grupo que, a pesar
“Parapalos” no solo retrata la lucha por la supervivencia en una gran ciudad, sino que también explora las conexiones humanas que se forjan en los lugares más inesperados. A través de la vida de Adrián y sus compañeros, la película invita al espectador a reflexionar sobre la empatía y la solidaridad en un mundo que a menudo parece desinteresado. En este viaje de autodescubrimiento y convivencia, cada personaje demuestra que, a pesar de estar al margen de la sociedad, el apoyo y la comprensión mutua pueden brindar un sentido de pertenencia.
Reparto
- Adrián Suárez
- Nancy Torres
- Roque Chappay
- José Luis Seytón Guzmán
Género Drama
La opinión de la directora
«Todos los trabajos son invisibles a los ojos de aquellos que disfrutan de lo que el obrero produce. El bowling manual, parece ser casi una puesta en escena de este fenómeno. Los clientes están jugando, se están divirtiendo y son casi inconscientes de que al otro lado de la pista hay personas trabajando en condiciones casi infrahumanas. Me interesaba hablar de esto en forma sutil y casi sin mostrar a los jugadores, lo que sería el “contracampo” de la imagen que todos tenemos de un bowling”. Ana Poliak-Clarín
Críticas
«De notable poder de observación, con pequeños grandes personajes, es un filme de observación y de detalles 
que debería haber tenido mejor suerte.» – Diego Lerer: MicropsiaCine.com
«Parapalos», dirigida por Ana Poliak, es una destacada película argentina que retrata la vida laboral a través de la historia de Adrián, un joven del interior que se muda a Buenos Aires en busca de empleo. El film comienza con un impactante plano secuencia donde Adrián espera desnudo su revisión médica, simbolizando la conexión entre el cuerpo y el trabajo. A lo largo de la trama, Adrián consigue trabajo en un bowling, donde aprende y ejerce su oficio. La película destaca por su cuidadosa puesta en escena, utilizando la cancha de bowling como un espacio que refleja la distancia entre jugadores y trabajadores, mientras Poliak explora tanto los hábitos físicos de los empleados como los discursos que interpretan su labor. – Roger Koza, Opinó del filme
«…Puede irritar a cierto público por su aridez y la sequedad, pero termina imponiéndose por el rigor, la audacia y la capacidad de Poliak para descubrir una gran historia donde nadie parece verla.” – Diego Batlle en La Nación
