🌟 R͙e͙c͙o͙r͙d͙a͙m͙o͙s͙ e͙l͙ c͙u͙m͙p͙l͙e͙a͙ño͙s͙ d͙e͙ 🌟 El malvado: Nathán Pinzón
“Con una cara de malvado, además de su voz y actitud, este actor se ha transformado en el mayor exponente del terror y el misterio en Argentina como argentino junto a Ibáñez Menta que fue español. Fuera de este género es también es reconocido en el cine negro”
Nathán Pinzón, cuyo verdadero nombre era Natalio Garfinkel, fue un reconocido actor, crítico de cine y guionista de cine y televisión argentino. Nació en Buenos Aires el 27 de enero de 1917 y falleció el 15 de agosto de 1993. Durante su carrera, participó en numerosas películas, destacándose principalmente por su interpretación de personajes malvados.
Trayectoria en la televisión:
Además de su trabajo en el cine, Nathán Pinzón incursionó en la televisión. Se le recuerda por su participación en programas como «El telebar de las celebridades» (1951), donde interpretaba a un barman que conversaba con famosos, y en la serie policial «El inspector Varela» (1960), en la que compartió pantalla junto Horacio Priani. En 1989, formó parte del elenco de la serie «Historias que el diablo me contó», en 1985 participó en «María de nadie» y en 1979 en «Viaje a lo inesperado».
Colaboraciones y guiones:
Colaboró en 1940 en el programa «Bar Gente de Cine», conducido por el crítico Roland en Radio Prieto. Este programa dio origen, en 1942, a uno de los primeros cineclubes del país, el «Cine Club Gente de Cine». Además, se complementó como guionista en el cine y la televisión, siendo autor de guiones como «Historias que el diablo me contó» para televisión en 1989, y «Libertad bajo palabra», que fue adaptado al cine por Alfredo Bettanín en 1961.
Trayectoria en el cine argentino:
Aunque su nombre no siempre estuvo en las luces más brillantes, Nathán Pinzón sigue siendo un referente en la historia del cine argentino, especialmente en el género del terror y el cine negro.
Es considerado uno de los actores con una carrera más extensa en el cine argentino.
Su carrera abarcó más de 56 años en el cine argentino, donde interpreto alrededor de sesenta y siete films y guiono unos seis.
Debutó en 1936 en la película «Santos Vega», dirigida por Luis Moglia Barth, y su última aparición en la gran pantalla fue en «El viaje», dirigida por Fernando Solanas en 1992, es decir, 56 años después. Se destacó por su actuación en películas de comedia como «El hombre invisible ataca» (1967), dirigida por Martín Rodríguez Mentasti, donde recibió elogios por su caracterización extravagante. Asimismo, brilló en películas de drama como «El vampiro negro» (1953), dirigida por Román Viñoly Barreto, donde se le atribuyó el papel de su vida por su interpretación de un personaje de expresión compleja, y en «La bestia debe morir» (1952), también dirigida por Viñoly Barreto, donde encarnó a uno de los villanos más malvados del cine argentino.
Algunos de sus films
Su vampiro, en la joya del cine nacional: “El Vampiro Negro” dirigida por Román Viñoly Barreto sobre su propio guion escrito en colaboración con Alberto Etchebehere, la sólida remake de “M” (1931) de Fritz Lang, que se estrenó el 14 de octubre de 1953 y que tuvo como protagonistas a Olga Zubarry, Roberto Escalada, Nathán Pinzón y Nelly Panizza.
El actor se lució en su papel, dando vida a un personaje memorable y ganándose un lugar privilegiado junto a los mejores intérpretes del país. Aunque fue una de las pocas veces que Nathán fue la estrella, su actuación quedó grabada en la memoria de todos, aunque de manera equivocada, siendo comparado erróneamente con el Boris Karloff nacional.
Música Juan Ehlert
Fotografía Aníbal González Paz (B&W)
Compañía Argentina Sono Film S.A.C.I
Género Drama. Cine negro. Intriga | Crimen. Remake
Sinopsis El Dr. Bernard llega casi al punto de obsesionarse por intentar capturar a un temible criminal, atrapando a varios sospechosos a los que da por culpables. Uno de ellos, un enano óseo displásico, descubre uno de los cadáveres en un caño de desagüe y al reportarlo es tomado por el asesino y arrestado, tan solo por su aspecto repulsivo.
Mi comentario:
- Inspirada en la obra maestra de Fritz Lang, «M, el vampiro de Düsseldorf», esta versión argentina aborda la historia del sádico alemán Peter Kürten.
- Si bien el filme original se basó vagamente en Kürten, esta adaptación profundiza en su retorcida psique.
- A pesar de la escasez de copias disponibles, la meticulosa restauración ha permitido que esta joya cinematográfica recupere su esplendor visual.
- La cautivadora narración se complementa con un análisis crítico de las instituciones, exponiendo los cuestionables métodos empleados por el fiscal en su búsqueda del criminal.
- El excepcional desempeño de Nathán Pinzón como el asesino psicópata, junto con las estelares actuaciones de Olga Zubarry y el investigador principal, hacen de esta película una experiencia cinematográfica inolvidable.
- La magistral dirección de Viñoly Barreto se destaca por su hábil manejo de los encuadres, creando una atmósfera inquietante y envolvente.
- El Vampiro Negro
«Apenas un delincuente» es una película argentina del género policial, filmada en blanco y negro y dirigida por Hugo Fregonese. El guion fue escrito en colaboración con Israel Chas de Cruz, Raimundo Calcagno, Tulio Demicheli y José Ramón Luna. La película se estrenó el 22 de marzo de 1949 y tuvo como protagonistas a Jorge Salcedo, Tito Alonso, Sebastián Chiola, Homero Cárpena, Nathan Pinzón, Linda Lorena, Josefa Goldar y Jacinto Herrera.
Este filme es un hito en el cine policial semidocumental y tiene a Buenos Aires como uno de sus protagonistas. Tulio Demicheli también colaboró en el encuadre
Música Julián Bautista
Fotografía Roque Giacovino (B&W)
Compañías Interamericana Films, Phoebus International
Género Cine negro. Intriga | Crimen. Drama carcelario
Sinopsis La película nos relata la historia de José Morán, un oficinista que, tras perder su dinero en el juego, decide estafar a la empresa donde trabaja. Su plan consiste en esconder el dinero mientras cumple una condena de seis años de cárcel, con la intención de disfrutarlo al salir. Sin embargo, una vez en prisión, la vida se complica tanto para él como para su familia, y poco a poco el plan perfecto empieza a develarse como un terrible error.
El sufrimiento de su familia y la desconfianza que siente hacia su hermano lo llevan a replantearse su situación. Así, se ve atrapado entre la necesidad de sobrevivir en prisión y la búsqueda de una salida que le permita redimirse o escapar de su destino.
Apenas un delincuente es un filme que explora la moralidad, la traición y las consecuencias de las decisiones tomadas en momentos desesperados. Buenos Aires, la ciudad donde se desarrolla la trama, también se convierte en un personaje fundamental en esta historia de intriga y supervivencia.
Reconocimiento:
En una encuesta de las 100 mejores películas del cine argentino llevada a cabo por el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken en el año 2000, la película alcanzó el puesto 10.1 En una nueva versión de la encuesta organizada en 2022 por las revistas especializadas La vida útil, Taipei y La tierra quema, presentada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la película alcanzó el puesto 27.
Mi comentario:
Estos son los elementos principales de la película: un hombre solicita el asesoramiento de una estudiante de derecho acerca de la pena que merecería por cometer una estafa. Teniendo en cuenta la condena de 6 años y su posición como gerente bancario, estima que trabajar toda una vida no sería suficiente para alcanzar la tentadora suma de medio millón de pesos. A través de un engaño, logra obtener la autorización para retirar el dinero, a pesar de que su firma y letra quedan plasmadas en el cheque. No le importa acabar en prisión, ya que una vez que salga, disfrutará de su ilícitamente adquirida fortuna. Sin embargo, la situación no es tan sencilla, ya que el recién encarcelado cuenta con unos compañeros poco amigables que podrían estar interesados en compartir el suculento botín. La película destaca por su atractivo guion, un ritmo razonable y actuaciones correctas. Es importante mencionar las escenas de acción muy bien realizadas.
«La Bestia Debe Morir»: una película en blanco y negro, tejida con los hilos de la intriga y la fatalidad. Dirigida por Román Viñoly Barreto, esta obra cinematográfica se despliega como un misterio que atrapa al espectador desde su estreno el 8 de mayo de 1952.
En el corazón de la trama, encontramos a Narciso Ibáñez Menta, cuya presencia magnética llena la pantalla. Guillermo Battaglia, Laura Hidalgo, Milagros de la Vega y Nathán Pinzón también desempeñan roles clave en esta historia.
La película se inspira en la novela “The Beast Must Die” de Nicholas Blake. Sin embargo, no es la única adaptación. Claude Chabrol nos brinda una versión posterior titulada “Que la bête meure” (1969). Pero hay más: “La Bestia Debe Morir”, protagonizada por Peter Cushing, se desvía de la trama original de Blake y se basa en el cuento “No habrá oscuridad” de James Blish.
Así, en la penumbra del cine, la bestia acecha, susurra secretos y desafía a la muerte. ¿Quién es la verdadera bestia? ¿Qué oscuros misterios se esconden tras su sombra? El espectador, como un detective, debe descubrirlo en esta travesía cinematográfica.
Música Silvio Vernazza
Fotografía Alberto Etchebehere (B&W)
Género Thriller. Cine negro
Sinopsis: Cuando el hijo de un escritor es atropellado por un automóvil, el escritor se embarca en una búsqueda desesperada para vengar su muerte y encuentra al responsable.
Mi comentario:
Interesante película de suspenso con elementos de drama, diálogos llenos de una sutileza mordaz. La trama se inicia con un desenlace impactante: un personaje despreciable, rico y corrupto, es envenenado, y el principal sospechoso resulta ser un escritor especializado en novelas de crimen, quien mantenía una relación sentimental con la cuñada del difunto, hacia quien sentía una fuerte atracción. A medida que la historia avanza, se revela la vida previa del escritor, desvelando los motivos de su odio hacia la víctima y sus verdaderas intenciones. La película resulta sumamente cautivadora, aunque es posible que, en la actualidad, algunos la consideren excesiva, con momentos de melodrama que pretenden ser conmovedores y acaban generando humor involuntario. Sin embargo, es importante tener en cuenta que fue realizada hace 65 años, cuando la forma de narrar historias era diferente.